1 . Crear una visión de nuestra vida por la
que valga la pena vivir
Procuremos tener siempre una meta, para saber
hacia adónde vamos y cómo avanzamos en esa dirección.
2 . Crear planes de éxito
Para cualquier gran proyecto, ya sea personal
o profesional, necesitamos un plan de acción. Escribirlo es la mejor forma de
tenerlo presente.
3 . Pensar en positivo
No hay que pensar en lo que no podemos hacer
sino en lo que PODEMOS hacer.
4 . Seleccionar alimentos saludables y aprender
a cocinarlos
Eliminemos la comida basura de nuestras vidas.
Leamos las etiquetas antes de comprar los productos y mantengámonos alejados de
de los alimentos con alto contenido en azúcar. Comer bien nos hace más felices.
5 . Reducir la velocidad al comer
Comer despacio y apreciar las texturas y
sabores no solo contribuye a nuestra felicidad sino que mejora el
funcionamiento de nuestro aparato digestivo.
6 . Hacer algo de deporte cada día
La actividad física no solo equilibra lo que
comemos sino que además disminuye el estrés mediante el aumento de endorfinas,
también conocidas como la “hormona de la felicidad“.
7 . Meditar
Debemos encontrar un lugar tranquilo todos los
días para sentarnos, relajarnos y no pensar en nada. ¿Es de los que tiene
problemas para dejar de pensar? Trate de repetir un mantra. El experto Kenneth
Prange sugiere algo así como: “Estoy muy agradecido por todas las cosas
maravillosas en mi vida. No tengo ninguna queja” y nos anima a intentar
visualizarnos en un entorno maravilloso y relajante rodeado de naturaleza.
8 . Desconectar de vez en cuando
Del estrés, de los aparatos tecnológicos, de
todo. Piense no sólo en la conservación de la energía sino también en su salud
(las ondas electromagnéticas pueden resultar muy perjudiciales) y felicidad (la
desconexión es necesaria para sentirnos mejor). Apague el teléfono móvil cuando
no lo necesite.
9 . Pasar tiempo en la naturaleza
Siéntese en su jardín o debajo de un árbol en
un parque cercano. Escuche los sonidos, sienta el viento en su piel, los olores
que le rodean…
10 . Crear un hogar sano
Tener una casa ordenada también contribuye a
la salud y el bienestar. Reparar algo cuando se rompe, poner aceite a una
puerta que chirría, deshacerse de las cosas que no necesitamos… son cosas que
contribuyen a sentirnos mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario